EUROPA
PRESS
19 febrero
2020
¿Cuáles
son las opciones en la cirugía del tamaño de glúteos?
El cirujano plástico de Clínica FEMM,
doctor Ramón Calderón Nájera, expresidente de la Sociedad Española de Cirugía
Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), ha señalado que las dos principales
técnicas para aumentar y remodelar los glúteos son, por un lado, el aumento con
grasa propia, también conocido como lipofilling o lipotransferencia, y, por el otro, el aumento con prótesis.
El aumento con grasa propia, según el doctor, está
recomendado para quienes buscan un resultado natural y discreto. Para elegir
esta opción, el paciente debe tener cierta cantidad de grasa (en flancos o
abdomen, por ejemplo) para poder utilizar.
Así, la grasa extraída se reinyecta en las dos nalgas
mediante la técnica de lipoestructura. Una vez que la
grasa se prende al músculo, los resultados son permanentes, aunque se puede
producir cierta reabsorción. En ese caso, si el paciente lo desea, "puede
volver a realizar un lipofilling a partir de los seis
meses", ha indicado el experto.
Para quienes buscan un resultado "algo más
notorio", Calderón Nájera propone el aumento con prótesis más lipofilling. "Esta técnica proporciona resultados
excelentes. Podemos realizarla en pacientes con mucha o poca grasa en abdomen o
flancos, pues solo es necesaria una pequeña cantidad para almohadillar los
bordes de la prótesis y que queden más naturales".
Tal y como explica el especialista, "la prótesis se
coloca dentro del músculo, a través de una incisión en el pliegue interglúteo. No se palpa ni se visualiza. La grasa propia se
transfiere para suavizar la transición entre la espalda y el glúteo y la zona
lateral superior".
Al igual que en el caso de las prótesis para aumentar el
pecho, existen prótesis de glúteo redondas o anatómicas. "La elección
dependerá de las expectativas del paciente y los volúmenes más habituales para
obtener un trasero excelente sin perder naturalidad están entre los 250 y los
400 centímetros cúbicos", ha subrayado Calderón.
Prótesis más
duraderas que las de pecho
Los resultados son estables al cabo de dos meses, afirma el
especialista, y, cuando la herida ha cicatrizado, se puede realizar todo tipo
de ejercicio, excepto aquellos que tienen un impacto continuado y directo, como
la hípica. Además, según el especialista, las prótesis de glúteo son más duras
y duraderas que las de pecho, por lo que en raras ocasiones hay que cambiarlas.
En este sentido, el doctor recomienda al paciente que acuda
a las revisiones que marque su cirujano, que deberían ser de al menos seis
durante el primer año. Después, "es conveniente que se realice alguna
prueba de imagen, como ecografía, con cierta regularidad" ha añadido.
Por otro lado, el cirujano advierte de que, cuando se
realiza esta cirugía, el paciente debe pensar "no solo en el aspecto
frontal del glúteo, sino también en cómo quedará en el perfil", por lo
que, según señala "es importante acudir a profesionales especializados,
que puedan recomendar y modelar en la cirugía tanto volumen como proyección.
Finalmente, el doctor ha añadido que utilizar la propia
grasa para rellenar el glúteo, con o sin prótesis, también "tiene un
efecto muy positivo en la piel y en la mejora de las estrías".